lunes, 25 de octubre de 2010

Venneto


Hace unos cuantos días tuve la oportunidad de ir a un lugar que varias veces le había echado el ojo pero apenas pude ir a reseñarlo y se trata del restaurante Venneto.

Este restaurante está sobre el Periférico Norte (O Ignacio Soto, según les guste llamarlo) esquina con Lomas Altas. Si van por el Periférico desde la entrada de Nogales lo verán a su mano derecha o si van hacia la salida a Nogales pues a mano izquierda de hecho no muy lejos del Tocho Morocho.

El lugar cuenta con estacionamiento propio (no muy grande) sin embargo no lo he visto muy lleno.

Este restaurante tiene un ambiente de restaurante chico, unas cuantas mesas, una ornamentación bastante sobria sin precisamente llegar a lo vacío, es decir, equilibrada, limpio, ordenado.

El trato fue muy poco remarkable. Ni bien, ni mal, nada del otro mundo ni digno de mención... que precisamente no es algo bueno. Nos atendió al parecer el chef (digo, traía puesta la chaqueta de chef). De hecho el mesero que nos despidió se portó más amable, incluso entablé plática con él un momento.

Para empezar dan un pan con ajo y aceite de olivo con chile seco. El pan estaba muy rico y como complemento para esperar la comida se me hizo bastante bueno. Pues bien, pedimos una pizza Venneto que incluía peperonni, aceitunas, champiñones, etc. Muy rica la pizza y de buen tamaño pues traía ocho pedazos que para dos personas fue suficiente y al centro queda bastante interesante. Obviamente todo ésto acompañado de un vino. Tenían algunos chilenos, unos rioja, unos shiraz australianos y unos italianos. Pedi un italiano que no recuerdo como se llama, jaja, creo que era D'Arista pero eran solo dos italianos, uno era un Montepulciano D'Abruzzo, ese no, el otro, jaja. Estaba muy rico el vino ya que se abrió bien he hizo su fabuloso trabajo de servir de anfitrión a una buena plática.

El precio de la pizza andaba como en $130 pesos (sip, algo elevado) y el vino (mi perpetua queja del precio del vino en los restaurantes) estaba como en $300 y feria. Por lo que vi del menú había otros platos como pasta, lassagna y ensaladas creo, todo rondando entre los $75 y los $200.

Ahora, la música... la música, otra de mis frecuentes quejas... escuchar repetidas veces el mismo disco de Andrea Bocelli (por más italiano, y comercial, que sea) no es agradable. Si bien la ópera es un elemento increiblemente italiano creo que se puede echar mano de otro tipo de música que podamos relacionar con la península itálica que no necesariamente sea ópera. No es que no me guste la ópera, de hecho me gusta, pero casar la ópera con la comida italiana cuando podemos tener variedad de géneros como un Vinicio Capossela o un Paolo Conte no estaría nada mal, crearía una atmosfera distinta, no tan kitsch, porque a final de cuentas la ópera y un restaurante italiano en Hermosillo se me hace kitsch... sobre todo porque Andrea Bocelli no siempre canta ópera... afortunadamente. O no tiene porque ser exclusivamente música italiana porque sea restaurante italiano. En el Olé! Paella ponen a Soda Stereo que de español tiene lo que yo tengo de alemán y, vamos, se disfruta mucho. Ahí una breve reflexión sobre la música, jaja.

El lugar está muy adecuado para ir a pasar un rato ameno. La comida estuvo buena, el vino estuvo rico y creo que se puede generar un buen ambiente. En lo personal opino que habría que trabajar un poco más en la cuestión de no crear un ambiente más cálido, menos frío, no se, tal vez sea porque eramos los únicos en el restaurante... no se, pero si pones velas en las mesas supongo que son para prenderlas ¿Que no?.



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Sale!!

Calificaciones:
Lugar: * * * *
Servicio: * * * 
Sabor: * * * *
Precio: * * * 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, soy de Mérida, aquí la persona que hace lo que ustedes hacen es un estadounidense que vive aquí !! nadie más se anima. Saludos !!